A diferencia de sus otras variaciones, esta no representa un retrato sino que relata un suceso. Elgar al encontrarse deprimido y sin ganas de volver a componer, su “camarada” Augustus Jaeger lo anima a seguir componiendo comparándolo con L.V. Beethoven, como este aunado a sus preocupaciones seguía dándose a la tarea de componer música; Jaeger canta entonces el segundo movimiento de la sonata para piano no.8 de Beethoven (la patética). Posteriormente Elgar declara a su esposa que en los primeros compases de Nimrod hay una ligera insinuación del segundo movimiento dicha pieza de Beethoven, solo sugiere pero no siendo meramente una cita de la pieza.
Nimrod is, perhaps, the Brits’ “Appalachian Spring.” As the “Cambridge Companion to Elgar” notes, “Edward Elgar occupies a pivotal place in the British cultural imagination. His music has been heard as emblematic of Empire and the English landscape.”
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